Invadieron nuestros muros sociales y las conversaciones: ¿cómo
cambiaron nuestras interacciones con los emoticones?
¿Ya no son suficientes las palabras? ¿Puede un gesto
suplantar una palabra? Preguntas que se presentan hace años, en el mundo
digital. ¿Cómo cambian, mutan, y se enriquecen nuestras conversaciones online
“gracias” al contenido visual, audio e infaltables emoji (emoticones)?¿Cómo es
que cambiaron nuestra manera de comunicar estos símbolos decorados, estilizados
universales y llenos de colores?
¿Nuevo lenguaje digital?
Irrumpieron en nuestra rutina, entre conversaciones
instantáneas por WhatsApp, el compartir contenidos en plataformas sociales, las
interacciones por e-mail, enriqueciendo y creando nuevos rompecabezas en
nuestro modo de comunicar. Estoy hablando de emoticones, esos simpáticos y, a
veces, enigmáticos símbolos creados y difundidos a fines de los años ’90.
Japoneses de nacimiento (de allí el término “e” –imagen- y “moji” –carácter-),
adoptados y amados en el mundo occidental desde el 2001. Recientemente,
Instagram reveló que casi la mitad del contenido compartido contiene
emoticones, lo que nos da la pauta de que nada hay de malo en utilizarlos
incluso en hashtags. Existe un aplicativo llamado Emojitracker que permite ver
en tiempo real los más utilizados en Twitter. En fin, el lenguaje digital
parece haber evolucionado y haberse enriquecido con una nueva forma expresiva
que se adecúa a los ritmos rápidos y veloces de la Web.
¿Por qué utilizar emoticones?
Para respuestas rápidas o para exprimir en modo diferente un
concepto, estos “símbolos ideográficos” demuestran cómo lenguaje, comunicación
y cultura puedan ser influenciados por la tecnología digital y evolucionar con
ella.
Amor y Odio
“Dobles sentidos”, erotismo criptado, señales de empatía o
apatía, no podemos no aceptar que hablamos de un fenómeno social y cambios
culturales, adaptándose a la exigencia de comunicar del ser humano y a los
devices tecnológicos que se apegan a nuestras vidas.
Palabras
¿Puede entonces un gesto suplantar una palabra? ¿Puede, sin
embargo, hacerlo un emoji en el mundo digital? No se trata de abreviar el
idioma, sino de un recurso más a disposición de los digital addicted. La
gestualidad, como los emoji, no sustituye sino que enriquece nuestro modo de
comunicar. ¿Por qué limitarse a una palabra si podemos usar todo el cuerpo?
¿Por qué recurrir únicamente a expresiones como “lol” cuando existe un emoji
que puede expresar nuestra risa o sonrisa en modo simple y directo?
Intentá esto: hablá y dejá completamente quietas tus manos.
Tratá de no utilizar ningún emoji en futuras conversaciones digitales. ¿Cuál
sería el resultado? Podrás comunicar en todos los casos, expresar tus puntos de
vista, comentar, dar indicaciones,
comunicar tu estado de ánimo o tus últimas acciones en tiempo real con tus
redes de amigos online. Sin embargo, podrías sentirte privado de un recurso
comunicativo eficaz y rápido, de un lenguaje paralelo que anexa a lo que
comuniques o cambia el significado de tus palabras.
Los emoji se transforman en sinónimo de instantaneidad y
carga expresiva, en grado de definir el tono de una conversación, asumiendo el
rol de una mirada, una sonrisa y del lenguaje del cuerpo, elementos que se
pierden en las interacciones mediatas.
Los escépticos y los defensores de teorías anti-emoji
podrían elencar miles de situaciones vergonzosas, equivocadas y malentendidos.
¿A quién no le pasó eso de quedarse mirando fijo su propio Smartphone para
comprender el significado de un emoji, o quizás de invertir el significado y
utilizarla en un modo completamente diferente con el cual fue enviada?
Es aquí donde nacen interminables preguntas fundamentales
del ser humano digital, Millenial (o no)… Un lenguaje con multíplices
significados, un Do-It-Yourself, para reinventar y comprender. Los emoji le
devuelven a la comunicación digital y online un aspecto más humano, hecho de
gestualidad, tonos irónicos y sentimientos sin recurrir a palabras.
Colores, Estilos, Universos Reconocibles:
Estas son las características que difunden emojis siempre más y no sólo en el mundo digital.
En una marcha de Londres, la People’s Climate March fueron
un método eficaz de desacuerdo, recreando en clave innovativa e inmediata los
clásicos signos de protesta.
Una revolución de lenguajes tradicionales que evidencia cómo
la línea que diferencia el mundo real del digital se va esfumando cada vez más,
en la búsqueda de una comunicación siempre más integrada, inmediata, simple y
eficaz. El lenguaje de los emoji inspira a una comunicación accesible y
reconocible por todos, que sobrepasa las barreras lingüísticas.
Una imagen vale más que mil palabras. El emoticón nutre nuestra comunicación digital. Muy bueno! ;)
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